Soluciones Anticorrosivas

Galvanizado en frío Zinga

Zinga es un sistema de galvanizado en frío líquido, monocomponente, que se aplica como una pintura aunque es en realidad un recubrimiento metálico.

Ventajas:

      • Alto contenido de zinc (96% min. con un grado de pureza del 99,9%, el más alto del mercado) que garantiza máxima protección catódica. Se requiere un mínimo de 92% de contenido de zinc en capa seca para que exista protección galvánica, además de la protección pasiva que ofrecen la mayoría de los recubrimientos.
      • Fácil aplicación, sin necesidad de mezclar dos componentes, con pincel, rodillo o pistola.
      • Rápida velocidad de secado (10 minutos al tacto, 4 horas para puesta en servicio), lo que facilita la aplicación en plantas industriales en funcionamiento o durante paradas de mantenimiento acotadas.
      • Forma capas flexibles y fuertemente adheridas al material base, no se descascara ni se despega frente a impactos mecánicos.
      • Es una excelente imprimación (capa de fondo) y sirve de base para pinturas de acabado.
      • Vida útil ilimitada en lata. No sólo en pote cerrado, sino que luego de abierta una lata puede utilizarse parcialmente, tapar y almacenar nuevamente para volver a utilizar meses o años después luego de revolver unos minutos.

Zinga es ideal para la recarga de galvanizados deteriorados, dado que con escasa preparación superficial se aplica sobre el galvanizado y renueva su protección activa. Además, es la única opción para dar efectiva protección galvánica a estructuras instaladas que no pueden ser trasladas hasta el sitio de galvanización en caliente.

El uso de Zinga como sistema único garantiza facilidad de mantenimiento a largo plazo en la estructura instalada, a diferencia de sistemas más tradicionales de pintura. Esto es debido a que Zinga permite ser recapado únicamente con un lavado previo. No es necesario el lijado o mayor preparación de la superficie. Esto es notoriamente diferente en el caso de sistemas tales como los ZincSlicatos, Epoxies o Poliuretanos, donde el mantenimiento de tales sistemas sólo es posible en la mayoría de los casos previa remoción de la pintura antigua. La recarga de Zinga da por resultado el intermezclado de las capas antiguas con la dada por la recarga, no formándose estructuras “sándwich” superficiales, sino una nueva capa única.

Existen experiencias exitosas con Zinga en todo el mundo y en infinidad de usos, entre las que destacamos tanques, silos, corrales, torres, puentes y maquinaria agrícola.

Recarga inmediata

Otra de las características únicas de Zinga es su capacidad de relicuarse cuando una nueva capa de Zinga es aplicada sobre una antigua, formando una nueva capa homogénea. Esto asegura un ahorro masivo en costos de mantenimiento, dado que la capa antigua de Zinga no tiene que eliminarse ni lijarse antes de recargar. Únicamente se requiere lavado previo a la recarga. Esto también significa que, una vez granallada/arenada la pieza por primera vez, no deberá repetirse esta operación nunca más. La siguiente serie de fotos microscópicas muestra la total integración de múltiples capas de Zinga.

Figura 1

Una capa de Zinga se aplica sobre sustrato metálico, algunas partículas de zinc se ven brillantes producto del pulido previo a la fotografía. Sobre la primera capa de Zinga se aplica una fina capa de oro para resaltar la evolución de la superficie durante la recarga.

Figura 2

Siete días después de la primera aplicación, una segunda capa de Zinga se aplica sobre la capa de polvo de oro. Luego del curado puede verse claramente que el polvo de oro ha sido arrastrado y mezclado completamente entre las dos capas de Zinga, que se han transformado en una nueva capa única.

Figura 3

El mismo ensayo se efectúa sobre una pintura zinc rich convencional. Las partículas de oro permanecen intactas entre las dos manos, demostrando que ambas capas siguen siendo independientes, superpuestas pero no integradas.

Por más información: www.zinga.eu